Cuenta la leyenda que el amor surgido entre la hija del Caíd y un capitán cristiano fue el desencadenante del fin de la ocupación almohade en Cáceres, cuando amanecía el día de San Jorge de 1229.
Un pasadizo secreto desde el Álcazar hasta las aguas del Marco, antes Arroyo de la Madre, era utilizado por la Princesa para bajar de madrugada a bañarse a la Ribera. Las tropas del Rey de León (Alfonso IX) ocupaban la Sierra de la Mosca, y hasta el mismo río, al igual que la Princesa, bajaba un apuesto capitán, el paraje fue testigo del enamoramiento de los jóvenes, que conociendo las dificultades de su amor decidieron fugarse. Un día la Princesa le contó a su enamorado la existencia del pasadizo secreto, y se dieron cita la siguiente madrugada a la entrada del mismo para escaparse juntos.
El Capitán tras una noche de lucha contra sus sentimientos decidió dar cuenta al Monarca de tal pasadizo, por el cual las tropas cristianas accedieron al recinto amurallado y tomaron el Alcázar (actual Museo de Cáceres donde se conserva el Aljibe árabe) , y apresaron al Caíd obligándole a rendirse.
Conocida por el Caíd la traición de su hija, además de darle muerte maldijo su alma para que tuviera el aspecto de una gallina.
El cristiano pesaroso, viéndola morir en sus brazos, hizo juramento de dedicar su vida a liberar su espíritu, buscando cada año en esa fecha la gallina presa y poder deshacer el encantamiento.