
Destaca en el edificio la portada adintelada caracterizada por grandes sillares almohadillados y perforados, rematada con un frontón que apoya sobre columnas
Fue la familia Ovando la que lo mandó construir, pero habiendo entroncando con los Ulloa, fueron éstos, los Condes de Adanero, los que lo heredaron a principios del siglo XX, residiendo en él largas temporadas.
Se realizó durante el siglo XVII siguiendo modelos manieristas italianos, en concreto del arquitecto italiano Sebastiano Serlio, autor de un tratado de arquitectura que serviría de inspiración a numerosos arquitectos en España, Francia, Países Bajos e Inglaterra.
Recomendaciones. Situado en el Adarve de Santa Ana es un lugar privilegiado para disfrutar de las procesiones de la Semana Santa cacereña.