
Iglesia del siglo XVI ubicada en la plaza de San Mateo
La iglesia, construida en el siglo XVI, posiblemente sobre el solar ocupado por una antigua mezquita, tiene un proceso constructivo muy largo, de casi trescientos años. En la Edad Media y principios de la Edad Moderna, fue una de las dos colaciones intramuros en torno a las cuales se disponían los palacios y casas fuertes de las más importantes familias nobiliarias.
Destaca su portada con decoración plateresca, con medallones de San Pedro y San Pablo en los laterales, y arriba en el centro San Mateo, obra de Guillén Ferrant.
En el interior, el retablo mayor de pino en su color es obra de Vicente Barbadillo, datado en 1766. La capilla de los Sande, actual sacristía, tiene el interior gótico con una hermosa bóveda de crucería estrellada. En los muros se encuentran los enterramientos de las familias nobles de la ciudad: Ovando, Golfines, Paredes, Saavedra, etc.
Recomendaciones: No hay que dejar pasar la ocasión para observar el magnífico reloj que se encuentra en su torre. Está considerado el reloj más antiguo de la ciudad, y se trasladó aquí desde la Torre de Bujaco, porque desde la Torre de San Mateo podía escucharse en toda la ciudad cuando daba la hora.